Tranquilidad etérea de Juana Molina

Si uno es argentino y recuerda los primeros años de la década de los noventa (uh... soy viejo), entre muchas de las cosas que recuerda probablemente esté Juana Molina. La conductora/actriz/etc del programa de comedia Juana Y Sus Hermanas, dejó su (excelente) programa para dedicarse al mundo de la música. Nadie pudo creer lo que logró. Uno habría pensado que iba a ser una más de esas "huecas" actrices tornadas en cantantes (cof cof Natalia Oreiro cof cof), pero terminó siendo una de los pocos artistas argentinos actuales que son conocidos internacionalmente. Su primer álbum lo escuché poco, pero no es relevante. Ya a partir de Segundo (2000) Molina se convirtió en un personaje importante en la escena actual del folk electrónico, siendo este álbum elegido entre los mejores 10 de ese año por el New York Times. Sus siguientes álbumes no cambian la dinámica que éste presentó, pero tampoco se vuelven tediosos, y de hecho van mejorando uno tras otro. Su música es "etérea", esa es la palabra perfecta para describirla. Consiste en un folk guitarrero, bien tranquilo, pero acompañado por sonidos electrónicos, bien naturales, al estilo Matmos (de quien posiblemente postearemos algo luego). Combinando esto con su voz bien suave, lo que genera es un ambiente de tranquilidad que es realmente especial. No hablo más de esta mujer extraordinaria, juzguen ustedes mismos su música. Acá les dejo los links:
Segundo (2000) | Tres Cosas (2002) | Son (2006) | Un Día (2008)